Ese maravilloso término que utilizamos todos para saber si estamos bien, si no encontramos el ritmo, si nos duelen las piernas, eso que nadie puede controlar, ni sobretodo cuantificar. Ya puedes tener la mejor tecnología que cuando no vas, da igual que tu pulsómetro sea el mejor, que lleves el mejor sensor de potencia del mercado, todo eso no importa cuando no vas. Y al revés igual, el día que te levantas súper y puedes hacer el entreno de tu vida sin necesidad de controlarte en ningún parámetro. Yo soy de esos que le gusta ser minucioso con estos detalles, pulsaciones, watios no porque no tengo sensor, ritmos, cadencias, como entrenador creo que la informaión que nos dan todos estos datos es fundamental, pero soy partidario de que el atleta escuche a su cuerpo, que sienta, porque al final parecemos un formula 1 en el que está todo controlado.
Toda esta parrafada viene porque ayer, entrené natación y carrera. Las sensaciones fueron odiosas, pero hay que saber pasarlas, ya que el día de la carrera eso puede pasar y verte obligado a abandonar.
Una vez me dijeron, que en un IM puedes llegar a tener tantas pájaras mentales, físicas o psicológicas como segundos dura la prueba.
P.D.: Scale 40 vendida!!!!! :)