martes, 9 de agosto de 2011

Analizando el fracaso




A finales de 2008 decidí arrancar un proyecto personal en el cual tenía muchas esperanzas, lo llamé Finisher Training Systems, una mala adaptación de la empresa del gran entrenador Crhis Carmichael, entrenador entre otros de Lance Armstrong. Me parecía un buen nombre ya que mi idea original era llegar a todos los novatos en el triatlón, esa gente que necesita consejos y planificación en sus entrenamientos con el propósito de conseguir sus objetivos deportivos. Mi mayor problema fué el construir la casa por el tejado, un problema que siempre he tenido y que ultimamente lo tengo más controlado. No tenía más de dos o tres clientes y ya pensaba en poder montar un centro exclusivo de entrenamiento. Mis ilusiones se iban esfumando poco a poco, los clientes no aparecían, la decepción cada vez era más grande, pero sobretodo aprendí que me había equivocado en el planteamiento, busqué el éxito demasiado rápido. Aún hoy en día pienso que el mundo del triatlón tiene un gran potencial, en el cual yo deseaba tener mi parte, pero sin tener paciencia.

En ese momento se juntó la fustración de no tener éxito, con el fracaso de no ser Finisher en el Ironman de Lanzarote, aunque realmente sabía que no había hecho todo lo que debía para llegar en condiciones de acabar una prueba tan dura. Estaba bloqueado, fustrado, cabreado, cansado de esforzarme sin tener resultados.... Y decidí cortar con todo lo relacionado con el mundo del triatlón o similares.

Mi cuerpo y mi mente me dijeron: ¡¡BASTA!!, necesitaba unas vacaciones de verdad, viajes por diversión sin competiciones, divertirme con mi novia (ahora mi mujer), divertirme con mi família o amigos sin sentimientos de culpa por no entrenar. Volver a jugar a fútbol por diversión sin miedo a posibles lesiones que no me dejaran cumplir mis entrenamientos.

Estas 5 semanas en México me han servido para llegar a esta conclusión: Ahora entiendo que mi cuerpo y sobretodo mi mente necesitaba un descanso.

Ahora me siento preparado para volver a entrenar, entendiendo que lo tengo que hacer como una diversión y no una obligación. He recordado cuánto me gusta la sensación que tengo cuando entreno, me hace sentir bien conmigo mismo y también me siento en forma. Eso es lo que quiero, sin obsesionarme con tiempos, resultados, competiciones... Sólo quiero sentirme bien!

1 comentario:

titi dijo...

amor, ya te lo dije pero me cuesta poco repetirlo...estoy super orgullosa de ti, de tu madurez y de la claridad con la que ves las cosas al cabo del tiempo. la próxima vez que decidas hacer un Ironman, estaré nuevamente a tu lado para apoyarte en lo que necesites. te amo